
Este sorprendente dúplex situado en Kaohsiung, Taiwán y diseñado por el prestigioso estudio de diseño HAO Design cuenta con apenas 40 m². Un espacio sencillo y muy bien aprovechado, que se ha diseñado aprovechando los desniveles para optimizar espacios y convertirse en el hogar de un matrimonio con una niña.
El objetivo de Block Village, como se ha nombrado este proyecto, se basa en “satisfacer las necesidades de espacio básicas y la demanda de almacenamiento de un hogar. En este caso, se ha prestado especial atención a dar placer al sentido de la vista mientras los habitantes caminan por su casa”.
“La mayor ventaja del espacio es que es completamente exterior. La sala de estar y el comedor-cocina, en la parte delantera, se han concebido como el espacio principal de vida”. Cada espacio cuenta, y buen ejemplo de ello es la zona de trabajo instalada bajo la escalera, donde se han añadido estanterías a medida de suelo a techo, ganado así, espacio de almacenaje.
El espacio se ha compartimentado a dos alturas: arriba, habitación y vestidor; y abajo, salón-cocina-comedor abierto en un mismo espacio, y detrás de las escaleras el estudio y el baño. La luz es un elemento clave en toda la vivienda, así como “la textura de la madera de pino, el armonioso color verde, y la atmósfera sencilla que genera el blanco de la pared“, explican.
Cada habitación parece independiente, pero están muy conectadas través de paredes acristaladas, y del color verde, que en dos tonos, marca la transición de un espacio a otro. Un espacio bien resuelto que se convierte en hogar para esta familia.
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