
Blanco y negro, separados son grandes aliados de la decoración, pero juntos son un binomio perfecto, capaz de adoptar un look elegante, sofisticado, nórdico o minimalista, según la ocasión. ¡Descubre todas sus posibilidades!
Los colores blanco y negro son dos clásicos de la decoración o la moda. La clave está en sacar lo mejor de sí mismos y unirlos, para hacerlos más fuertes. El negro es una tonalidad sofisticada, sobria y elegante. A su lado, el blanco, intensifica su luminosidad.
Blanco y negro, elegancia en la mesa.
Lo más efectivo si queremos una estética nórdica, limpia y elegante es jugar con un lienzo blanco; es decir, sobre un mantel de lino o algodón en color blanco, colocar una vajilla en color negro. Pueden ser en grandes dosis si buscamos un efecto impactante o mediante pequeños toques. Por ejemplo, la colección Manufacture Rock recrea una característica superficie en pizarra con un fino relieve en Premium Porcelain con el típico gris oscuro o blanco puro.
Si además queremos añadir un plus de lujo y sofisticación, los brillos tanto en oro plata o bronce son ideales. Candelabros, cubertería o detalles chic harán de la decoración de tu mesa una estética fascinante ante tus invitados. Eso sí, sin resultar cargada gracias a la serenidad que lograrás con el binomio blanco y negro.
Si por el contrario, quieres añadir calidez, la madera es una gran aliada. Entonces deberás dejar la encimera de madera natural de tu mesa sin cubrir. O incluso añadir algún elemento de la naturaleza, como ramas o fibras naturales.
Quizás la clave del éxito de la combinación del blanco y negro en la mesa y en cualquier ámbito del mundo de la decoración es su aparente sencillez. Su capacidad para transmitir elegancia, sin recurrir al exceso ni al poder del arcoíris.
Las mesas decoradas en blanco y negro tienen estilo, fuerza y personalidad propia. Además, su belleza estética y plástica se adapta a cualquier estilo.
El blanco y negro es una de las tendencias de ambiente 2019. ¿lo sabíais?